
En este misma área un granjero protestante se casó con una católica. No cabe decir que hasta hace pocos años estos matrimonios mixtos eran más bien raros, pues cada comunidad se cuidaba muy mucho de emparentarse con los que habían sido enemigos acérrimos por las razones que ya hemos explicado. Como decíamos, se casaron pero llegó un momento en que la madre del hombre amenazó a su hijo con desheredarle si su mujer no se convertía al protestantismo. La nuera obedeció a su suegra y, cosas de la vida, o de la fe del converso, pasó a ser una protestante fanática, lo que aquí llaman "bitter" (amargada, resentida) por su furibundo anticatolicismo.
Finalmente, explicaremos otra historia de fanatismo religioso que tuvo lugar también en el condado de Down. Un granjero protestante que destacaba por su odio a todo lo católico, hizo un día una gran hoguera y mientras la contemplaba, afirmó: -Este fuego iría muy bien para quemar en él a un cura católico. Se dice que al cabo de un tiempo dicho granjero murió de accidente, curiosamente abrasado. Y que después se produjeron en esa casa más muertes en extrañas circunstancias, por lo que la gente ya no va a vivir a ella pues consideran que está maldita.
No hay comentarios:
Publicar un comentario